Lo que conocí como "La cueva 'F'"

Por diferentes lugares del territorio de montaña de Viladecans, siempre hemos podido ver sencillas cuevas que los antiguos residentes de nuestra localidad utilizaron en algunos momentos como refugio o como lugar donde habitar. En uno de los torrentes de la montaña de San Ramón se pueden observar todavía aproximadamente una decena de cuevas. Recuerdo que ya sonaban en aquellos momentos los comentarios de que esas cuevas eran de los tiempos de la guerra de nuestros abuelos. Entre estas cuevas excavadas en las paredes de arcilla, se encuentra una cueva diferente, que conocí hace bastantes años como la cueva F, quizás por la forma de su interior. Otros niños y yo, nos aventuramos en la exploración de aquel lugar, hecho que no nos dejaría impasibles y que recordaríamos durante mucho tiempo. La entrada a aquel singular lugar se hacía a través de una especie de pozo cuadrado de más o menos medio metro de lado y de un metro de profundidad, realizado con ladrillos y que abría en su parte inferior un agujero cuadrado de unos treinta centímetros de lado. Era un agujero que recuerdo quedaba parcialmente tapado por el agua y que permitía al atravesarlo acceder a los pasillos de lo que quizás pudo ser un habitáculo o un zulo. Si no recuerdo mal, aquel pasillo de la entrada de unos dos metros y medio de largo, que permitía que camináramos de pie y con agua que nos cubría hasta las rodillas, daba a otro pasillo perpendicular más largo que conducía a un brazo lateral y a un pequeño espacio al final ya sin agua.
No he encontrado desde entonces explicación alguna sobre aquel lugar y desconozco su utilidad real. Las pequeñas dimensiones de esta cueva no indican una gran importancia en cuanto a tamaño, pero sí creo que es interesante por su forma.
Desde hace años las cuevas excavadas en arcilla se han ido degradando hasta tal punto de ir quedando cegadas por el derrumbe progresivo de tierra en su entrada y posiblemente el paso del tiempo las haga desaparecer. Pero, hace unos días también he comprobado como alguno de nuestros vecinos “más trogloditas “ se ha dedicado a abrir una abertura en el lateral de obra de la cueva F. Un hecho con lo que comienza la destrucción y desaparición de un elemento creo que bastante valioso no sólo para nuestros recuerdos.

Miguel de la Rubia