La diferencia en relación con anteriores crisis estriba en que esta vez nadie puede echarle la culpa a los salarios, pues es de sobras conocido que en nuestro país es donde menos han subido las rentas del trabajo con respecto de países de la zona euro.
En nuestro país los ingresos salariales en los últimos años se han reducido por tres vías:
- Por las reestructuraciones salariales de las empresas con el tema deslocalización como espada de Damocles donde a cambio de mantener los puestos de trabajo de los trabajadores debían reducirse los salarios entre un 10 y un 30% según los casos Printer, Celograf, Nissan, etc.
- Por la vía de la precariedad y la mala política empresarial de obtener beneficios sobre la base del empleo precario y bajos salarios.
- Pero también por la vía de los consecutivos acuerdos de negociación colectiva suscritos por empresarios y sindicatos que obligaron a muchos trabajadores a moderar sus rentas a través de la negociación colectiva, incluso en aquellos sectores o empresas en que las condiciones eran extraordinarias para haber conseguido incrementos más acordes con los beneficios empresariales.
De esta manera hemos estado potenciando una economía contradictoria, pues mientras las cifras de crecimiento económico aumentaban de forma espectacular por encima del resto de Europa, mientras las empresas y los bancos obtenían los mejores beneficios, las familias españolas como consecuencia de los bajos salarios y el encarecimiento de los créditos hipotecarios han ido endeudándose cada vez más hasta llegar a extremos asfixiantes.
En esta situación de incertidumbre de la economía a nivel mundial como se está produciendo a partir de la situación inicial de crisis en EEUU, y con todos los parámetros que se están dando en nuestro país, es más que probable que la crisis pueda afectarnos, de hecho ya nos afecta, y si eso ocurre y el crecimiento se convierte en estancamiento después en desaceleración, y por último en crisis lo normal y lo que aconsejan los expertos es intentar tirar de la economía sobre la base del incremento del consumo interno.
Pero si los salarios de una parte importante de los ciudadanos son bajos y si en general el poder adquisitivo de los salarios ha ido disminuyendo durante los últimos años, reduciendo así el poder de compra de las familias, en este país podemos tener un serio problema para afrontar cualquier situación de crisis económica.
Daniel Gutiérrez
En nuestro país los ingresos salariales en los últimos años se han reducido por tres vías:
- Por las reestructuraciones salariales de las empresas con el tema deslocalización como espada de Damocles donde a cambio de mantener los puestos de trabajo de los trabajadores debían reducirse los salarios entre un 10 y un 30% según los casos Printer, Celograf, Nissan, etc.
- Por la vía de la precariedad y la mala política empresarial de obtener beneficios sobre la base del empleo precario y bajos salarios.
- Pero también por la vía de los consecutivos acuerdos de negociación colectiva suscritos por empresarios y sindicatos que obligaron a muchos trabajadores a moderar sus rentas a través de la negociación colectiva, incluso en aquellos sectores o empresas en que las condiciones eran extraordinarias para haber conseguido incrementos más acordes con los beneficios empresariales.
De esta manera hemos estado potenciando una economía contradictoria, pues mientras las cifras de crecimiento económico aumentaban de forma espectacular por encima del resto de Europa, mientras las empresas y los bancos obtenían los mejores beneficios, las familias españolas como consecuencia de los bajos salarios y el encarecimiento de los créditos hipotecarios han ido endeudándose cada vez más hasta llegar a extremos asfixiantes.
En esta situación de incertidumbre de la economía a nivel mundial como se está produciendo a partir de la situación inicial de crisis en EEUU, y con todos los parámetros que se están dando en nuestro país, es más que probable que la crisis pueda afectarnos, de hecho ya nos afecta, y si eso ocurre y el crecimiento se convierte en estancamiento después en desaceleración, y por último en crisis lo normal y lo que aconsejan los expertos es intentar tirar de la economía sobre la base del incremento del consumo interno.
Pero si los salarios de una parte importante de los ciudadanos son bajos y si en general el poder adquisitivo de los salarios ha ido disminuyendo durante los últimos años, reduciendo así el poder de compra de las familias, en este país podemos tener un serio problema para afrontar cualquier situación de crisis económica.
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