dissabte, 8 de març del 2008

Una madre indignada y una vecina cabreada


Soy una vecina de Viladecans, llevo solicitando al Ayuntamiento desde hace cuatro años que no cocinen en un establecimiento abierto al público llamado Bar Casa Baena, por no reunir las condiciones necesarias para ello. Este establecimiento molesta a los vecinos, hasta el punto de que algunos propietarios han tenido que precintar los respiraderos de los cuartos de baño y en determinadas fechas no podemos abrir ni los balcones.
Este establecimiento celebra festivales flamencos sin la licencia correspondiente. Al quejarnos a la Policía Local por el ruido, la respuesta que se nos dio fue que hasta las 22,00 horas les está permitido hacer ruido. (Se presentó en su día instancia a la Policía Local, aún no hemos recibido respuesta, indicando que no era la respuesta adecuada porque existe una legislación al respecto).
En relación a la cocina, en algunas ocasiones se han presentado en el establecimiento para inspeccionarlo, tanto policías locales como inspectores del Área, y casualmente esos días no cocinan. Una vez se han ido los policías vuelven a cocinar. Después de tantos años poco a poco hemos ido averiguando que tienen un pariente policía local y otros policías desayunan en dicho establecimiento.
Volviendo sobre la Ley de Espectáculos, actividades recreativas y los establecimientos públicos. Mi hijo solicitó, para la Fiesta Mayor, permiso para la instalación de una caseta en el recinto ferial, y ha recibido un escrito notificándole que se le inicia un expediente sancionador por haber sobrepasado el horario previsto en la Ley de espectáculos. La multa correspondiente puede ser de hasta 6.010,12 €.
Creo que no es necesario que diga las fechas de la Fiesta Mayor de nuestro Pueblo, pero sí tengo que decir que la fecha del Registro de Salida del Ayuntamiento del expediente sancionador es 10/12/07, transcurridos tres meses desde la Fiesta Mayor. (Cuatro años desde que se inició la queja del Bar Casa Baena, donde se celebran festivales flamencos sin licencia).
¿Cómo es posible que algunas quejas se eternicen hasta el agotamiento, y otras tengan una celeridad asombrosa? No comparto muchas cosas del colectivo Okupa, pero lo que no se puede es actuar contra ellos como el gran enemigo a combatir. La Ley de Espectáculos es para todos, también para el Bar Casa Baena que no puede celebrar un festival flamenco y para todos los chiringuitos de la Fiesta Mayor que incumplieron el horario. Lo que pasa es que es más fácil sancionar a los Okupas que a los Gabrielistas, etc. También es más fácil sancionar al Colectivo Okupa que a todos los bares que molestan a la vecindad, que les garantizo que son muchos y la mayoría de las veces la Policía no hace ni caso de las quejas recibidas.
Como vecina estoy indignada del doble rasero que se aplica en función del caso, y como madre de un presunto infractor al que pueden multar estoy cabreada. Considero que un expediente de estas características se tiene que archivar porque no se puede demostrar que fueran ellos y sólo ellos los que tenían la música alta. Uno de los agentes en la declaración testifical dijo lo siguiente: “Fueron al recinto ferial pudiendo comprobar, desde allí como desde la calle Marià Sanjuán Cuchi que continuaba la música muy alta y con mucha afluencia de gente y que no intervinieron por no provocar incidentes”. ¿Dónde estaban que nadie los vio?
Vuelvo a reiterar que, sin compartir las ideas del movimiento Okupa, no son delincuentes, y se les trata como tales. Hace unos años se derribó la casa ocupada de la calle del Sol con ellos dentro, y no pasó nada a pesar de carecer de licencia de obras. Se hizo una pregunta en el pleno pidiendo explicaciones y contestaron que era una sanción Administrativa. (¿Y si una pared los hubiera matado?).
Estoy indignada, y la única respuesta que quiero del Ayuntamiento es eficacia, coherencia y transparencia.
Asunción Polaina