Después de cuatro años de jubilada, rememoro mi vida profesional. Trabajé de maestra en escuela pública 38 años. Estuve 28 años en el colegio Àngela Roca de Viladecans y otros 10 años más en otros centros y localidades.
El trabajo de maestra es uno de los más bonitos que existen y me sentí realizada profesionalmente, a pesar de los problemas familiares y sociales que siempre están presentes en la escuela. Pero siempre tuvimos ilusión por el trabajo.
No quiero retroceder más allá del año 75, porque aquellos años sí que fueron difíciles en todos los aspectos.
Económicamente hubo muchos años difíciles para los maestros, que se fueron salvando poco a poco con nuestra lucha y el apoyo sindical.
La LOGSE supuso un gran avance para la enseñanza. Se contó con la opinión de los profesores antes de formalizarse la ley, y se contempló la especialidad de cada maestro. Fueron años de calidad.
Existía en estos años una buena colaboración de padres y APAS. Había por otra parte una gran independencia entre los profesores que obstaculizaba llegar a consensos, y que sigue existiendo, y que se puede perpetuar e incluso agravar si sigue adelante la LEC. Se ha avanzado bastante en la calidad de la enseñanza, pero hay problemas que se deben solucionar.
Aciertos en la actual enseñanza han sido, entre otros, la integración de nuevas tecnologías y la importancia que se da a la enseñanza de las lenguas, así como la enseñanza de la música.
Problemas importantes actuales son la poca colaboración de los padres en la escuela y la baja estima social hacia esta profesión. Es necesario que se trabaje la asignatura de Educación para la Ciudadanía como materia muy importante, quizás la que más.
Importante es que hubiera gratuidad de libros y material escolar, ya que la enseñanza pública debe ser totalmente gratuita.
Por otra parte no se entiende que aún haya escuelas concertadas, pagadas, claro está, con fondos públicos. Los padres que elijan escuelas privadas deberán pagar ellos la totalidad de los gastos a la escuela elegida.
Es necesario afrontar la calidad de la formación profesional, por su gran importancia.
Creo que se deberían revisar los medios adoptados para la integración y enseñanza de los hijos de inmigrantes.
Preocupa también que aún se sigan dando clases de cualquier religión. La escuela debe ser aconfesional.
Y como último punto acerca de la enseñanza actual, cabe decir que, a los profesores jubilados, nos preocupa que toda la experiencia acumulada en tantos años de trabajo, y los métodos contrastados como eficaces, no se recojan y se queden en el baúl de los recuerdos.
Esperemos que se vayan solucionando los problemas y que se vea que la enseñanza debe ser preocupación de todos, que se destinen más fondos, y que se ayude desde todos los ámbitos a la escuela pública, porque de su calidad depende el futuro de todos.
Sonsoles Gutiérrez
El trabajo de maestra es uno de los más bonitos que existen y me sentí realizada profesionalmente, a pesar de los problemas familiares y sociales que siempre están presentes en la escuela. Pero siempre tuvimos ilusión por el trabajo.
No quiero retroceder más allá del año 75, porque aquellos años sí que fueron difíciles en todos los aspectos.
Económicamente hubo muchos años difíciles para los maestros, que se fueron salvando poco a poco con nuestra lucha y el apoyo sindical.
La LOGSE supuso un gran avance para la enseñanza. Se contó con la opinión de los profesores antes de formalizarse la ley, y se contempló la especialidad de cada maestro. Fueron años de calidad.
Existía en estos años una buena colaboración de padres y APAS. Había por otra parte una gran independencia entre los profesores que obstaculizaba llegar a consensos, y que sigue existiendo, y que se puede perpetuar e incluso agravar si sigue adelante la LEC. Se ha avanzado bastante en la calidad de la enseñanza, pero hay problemas que se deben solucionar.
Aciertos en la actual enseñanza han sido, entre otros, la integración de nuevas tecnologías y la importancia que se da a la enseñanza de las lenguas, así como la enseñanza de la música.
Problemas importantes actuales son la poca colaboración de los padres en la escuela y la baja estima social hacia esta profesión. Es necesario que se trabaje la asignatura de Educación para la Ciudadanía como materia muy importante, quizás la que más.
Importante es que hubiera gratuidad de libros y material escolar, ya que la enseñanza pública debe ser totalmente gratuita.
Por otra parte no se entiende que aún haya escuelas concertadas, pagadas, claro está, con fondos públicos. Los padres que elijan escuelas privadas deberán pagar ellos la totalidad de los gastos a la escuela elegida.
Es necesario afrontar la calidad de la formación profesional, por su gran importancia.
Creo que se deberían revisar los medios adoptados para la integración y enseñanza de los hijos de inmigrantes.
Preocupa también que aún se sigan dando clases de cualquier religión. La escuela debe ser aconfesional.
Y como último punto acerca de la enseñanza actual, cabe decir que, a los profesores jubilados, nos preocupa que toda la experiencia acumulada en tantos años de trabajo, y los métodos contrastados como eficaces, no se recojan y se queden en el baúl de los recuerdos.
Esperemos que se vayan solucionando los problemas y que se vea que la enseñanza debe ser preocupación de todos, que se destinen más fondos, y que se ayude desde todos los ámbitos a la escuela pública, porque de su calidad depende el futuro de todos.
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