Tres mujeres saharauis, Toufa, Chaia y Mariam, todos los días arriesgan su vida para desactivar algunas de las 10 millones de minas personales que hay en los 2.700 kilómetros de desierto en el Sáhara Occidental, para ellas es un gran desafío y al mismo tiempo una muestra de la fuerza de la mujer saharaui.Ahmed Sidi Ali, director de Landmine Action, es el director de este proyecto humanitario, estudió en Libia y Mauritania, se licenció en Derecho en Argelia, y durante un tiempo trabajó como asesor legal del Gobierno de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Tras terminar un master en Derechos Humanos en Sudáfrica, buscó una ONG dispuesta a hacer realidad su sueño, limpiar los territorios liberados de las minas que impiden el retorno de los refugiados saharauis.Tifariti representa la tierra prometida, es el primer sitio donde se puede acudir si se celebrase el ansiado referéndum, por eso empezaron a limpiar esta zona. La seguridad es primordial, dice Ahmed.Viladecans pel Sàhara se suma a este proyecto tan importante de Landmine Action, ayudando a difundir las noticias que vayan ocurriendo como en intentar conseguir alguna clase de ayuda económica, ya que últimamente varios jóvenes saharauis han perdido alguno de sus miembros manifestándose por su independencia.
Rosa Mercader
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