El presidente de la República Saharaui, Mohamed Abdelaziz, ha pedido al Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, que “intervenga urgentemente” para proteger a los estudiantes saharauis de la universidad de Marrakech, sometidos el pasado 14 de mayo por las autoridades marroquíes a “una represión feroz, secuestros y encarcelamientos arbitrarios”.
“A la vez que nosotros condenamos enérgicamente las prácticas bárbaras del Gobierno marroquí contra ciudadanos civiles que reclaman con valor sus legítimos derechos garantizados por la Carta de Naciones Unidas, insistimos ante el representante de la comunidad internacional que es usted para que proteja a los hijos de los saharauis que están bajo la ocupación, a la espera de que se descolonice su territorio”. Indicamos que fuerzas compuestas por varios cuerpos de policía y paramilitares marroquíes cargaron contra los estudiantes saharauis en el campus universitario de Marrakech “con una ferocidad ciega”, causando así “varias víctimas” entre los estudiantes de ambos sexos, como consecuencia de una sentada organizada para apoyar a sus compatriotas encarcelados en las mazmorras marroquíes.
Citamos los ejemplos de los estudiantes El Uali El Ghadimi, arrojado desde el 4º piso, que está hospitalizado con varias fracturas y corre el riesgo de quedar paralítico; Abdallahi Chaiyba, arrojado desde el tercer piso y que se encuentra en estado crítico en el mismo hospital Ibn Rush (Averroes) de Marrakech que su compatriota El Ghadimi.
El secuestro del estudiante saharaui de la misma universidad Jalihenna Abu Elhussein, el pasado 13 de mayo, a las cuatro de la mañana para someterlo durante horas a salvajes interrogatorios en los locales de la policía, por cuarta vez desde el pasado 16 de abril.
Se han dado otros casos de secuestros aislados en Dajla, como el de Chiáa Hmeyen, Abdati Taleb Omar y Sami Omar, que fue llevado directamente a la Cárcel Negra de El Aaiun.
Señalamos igualmente el caso de la detención de saharauis defensores de los Derechos Humanos como Chreiyef Buayla y Mrabih Yussef, a los que se somete desde hace mucho tiempo a interrogatorios en los locales de la policía, sin que haya habido juicio ninguno.
Otros ocho presos políticos saharauis de la cárcel de Agadir siguen estando allí desde el pasado febrero en condiciones infrahumanas, sometidos a tortura y a otras prácticas que atentan contra la dignidad humana, sin juicio tampoco.
Pedimos el apoyo del gobierno español para que intervenga de forma urgente, porque era una colonia española.
“A la vez que nosotros condenamos enérgicamente las prácticas bárbaras del Gobierno marroquí contra ciudadanos civiles que reclaman con valor sus legítimos derechos garantizados por la Carta de Naciones Unidas, insistimos ante el representante de la comunidad internacional que es usted para que proteja a los hijos de los saharauis que están bajo la ocupación, a la espera de que se descolonice su territorio”. Indicamos que fuerzas compuestas por varios cuerpos de policía y paramilitares marroquíes cargaron contra los estudiantes saharauis en el campus universitario de Marrakech “con una ferocidad ciega”, causando así “varias víctimas” entre los estudiantes de ambos sexos, como consecuencia de una sentada organizada para apoyar a sus compatriotas encarcelados en las mazmorras marroquíes.
Citamos los ejemplos de los estudiantes El Uali El Ghadimi, arrojado desde el 4º piso, que está hospitalizado con varias fracturas y corre el riesgo de quedar paralítico; Abdallahi Chaiyba, arrojado desde el tercer piso y que se encuentra en estado crítico en el mismo hospital Ibn Rush (Averroes) de Marrakech que su compatriota El Ghadimi.
El secuestro del estudiante saharaui de la misma universidad Jalihenna Abu Elhussein, el pasado 13 de mayo, a las cuatro de la mañana para someterlo durante horas a salvajes interrogatorios en los locales de la policía, por cuarta vez desde el pasado 16 de abril.
Se han dado otros casos de secuestros aislados en Dajla, como el de Chiáa Hmeyen, Abdati Taleb Omar y Sami Omar, que fue llevado directamente a la Cárcel Negra de El Aaiun.
Señalamos igualmente el caso de la detención de saharauis defensores de los Derechos Humanos como Chreiyef Buayla y Mrabih Yussef, a los que se somete desde hace mucho tiempo a interrogatorios en los locales de la policía, sin que haya habido juicio ninguno.
Otros ocho presos políticos saharauis de la cárcel de Agadir siguen estando allí desde el pasado febrero en condiciones infrahumanas, sometidos a tortura y a otras prácticas que atentan contra la dignidad humana, sin juicio tampoco.
Pedimos el apoyo del gobierno español para que intervenga de forma urgente, porque era una colonia española.
Rosa Mercader
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