diumenge, 16 de maig del 2010

Centro Cultural Recreativo Andaluz Sierra Norte


No es fácil definir en pocas líneas los motivos por los que se constituye una asociación, así como los objetivos que a través de su constitución se persiguen, pues en ambos casos, suelen ser múltiples y siempre redactados con una estudiada ambigüedad. En este caso, agradeciendo a la dirección de Punt de Trobada que me hayan dado esta oportunidad, trataré de huir de los redactados estatutarios y tratar de hacerlo desde el conocimiento de la idea principal y de su origen y desarrollo.
Después de un largo y duro periodo de posguerra, los pueblos de la Sierra Norte de Sevilla, en donde el caciquismo latifundista se desarrolla con toda virulencia, se encuentran en una situación deprimente, tanto en lo económico como en lo social y es esa situación la que hace que durante la década de los 50, algunos hombres y mujeres de estos pueblos, buscando mejores oportunidades para el desarrollo de sus vidas, llegan a tierras catalanas. Gavá es uno de los primeros lugares a los que llegan y en donde se establecen (a algunos, les había tocado hacer la “mili” en esta población). Poco a poco, van comunicando a sus respectivos familiares y amigos las posibilidades, dadas las circunstancias de un creciente desarrollo de industrialización, de encontrar un trabajo estable y bien remunerado, en relación con los salarios de miseria que se obtenían en sus pueblos de origen. De El Pedroso llegan numerosos hombres y mujeres, que después de Gavá, se establecen también en Viladecans y Sant Boi, en El Prat, Cornellá, L’Hospitalet, etc.
La relación entre los “paisanos” de los pueblos de la Sierra Norte, no es muy frecuente y los encuentros en donde se ven, se saludan y se comunican sus vivencias en tierras catalanas se reducen a hechos concretos, como el haberse producido el fallecimiento de algún paisano y amigo. Es en estas ocasiones con motivo de expresar sus condolencias a las familias en donde tiene lugar el encuentro, los saludos y el intercambio de ideas y pensamientos y una de esas ideas que se transmite durante mucho tiempo es la de buscar una fórmula por la que se puedan llevar a cabo estos encuentros sin que tengan que ser por tristes acontecimientos, sino por todo lo contrario.
Un vez expuesta y conocida la idea y mereciendo el favor unánime, se necesita desarrollarla y hacerla realidad y es cuando se tienen las dificultades, el escaso tiempo disponible es uno de los principales motivos por el que se pospone su formalización durante mucho tiempo, siendo en el año 1989 cuando ya se acomete en serio la redacción de los estatutos, su denominación y fines, proceso que finaliza en los primeros meses de 1990 y es por ello que en este año 2010, se ha conmemorado el XX aniversario de su nacimiento como entidad bajo la denominación de Centro Cultural Recreativo Andaluz Sierra Norte (Sevilla). A pesar de que la iniciativa parte, principalmente, de las personas procedentes de El Pedroso, su denominación indica el propósito de que la Asociación represente a todos los paisanos de los distintos pueblos de la Sierra Norte de Sevilla. Son numerosos los socios de Cazalla, Constantina y Alanis en los primeros años, hoy ya son muchos los que proceden de otros pueblos de Andalucía y de cualquier parte de España.
Siendo su objetivo principal la promoción, conocimiento y desarrollo de la Cultura Andaluza y Catalana, en cuanto a la integración de la una en la otra en todos aquellos aspectos que ambas se enriquezcan culturalmente.
En pro de esos objetivos, a lo largo de estos primeros 20 años, se han desarrollado múltiples actividades, en las que no ha faltado la del acercamiento entre Viladecans y demás poblaciones del Baix Llobregat, con los pueblos de la Sierra Norte de Sevilla.
La difusión y promoción de nuestros usos y costumbres culturales, lo desarrollamos a través de la enseñanza de bailes y danzas, la organización de diversos actos culturales, como la celebración del día de Andalucía, la colaboración con otras entidades y eventos culturales y la publicación anual de la revista “Boletín Social”.
Leandro Ortiz Ibarburen