Ante los problemas que genera la crisis, el gobierno de España reacciona congelando las pensiones y recortando un 5% el sueldo de los empleados públicos.
La crisis se inicia en el otoño de 2007 cuando los bancos norteamericanos se dan cuenta que sufren un impago importante en el mercado inmobiliario, las famosas subprime. Esto provoca que algunos bancos entren en quiebra por falta de liquidez y se produce bancarrota o default. El resto del sistema financiero mundial se contagia, el sistema financiero mundial se desmorona.
En España se pincha la burbuja inmobiliaria. Bancos y cajas tienen que cortar el crédito para obtener liquidez ya que tienen que devolver enormes cantidades de dinero en préstamos al exterior, se corta el crédito a las empresas y particulares y se provoca una asfixia general del sistema financiero español que se traduce en un millón de parados en un año y el goteo imparable del cierre de pequeñas y medianas empresas, se crea un bucle de paro, cierre de empresas, más paro, más cierre de empresas. Este bucle todavía no se ha cerrado; sus consecuencias, 4.600.000 parados en el plazo de dos años y medio. Lo peor aún tiene que venir según los expertos.
El Gobierno de España, para restar los efectos de falta de liquidez, en vez de recortar gastos y ajustar presupuestos se lanza a una carrera loca de gasto público y en dos años y medio se pasa de tener superávit a una deuda pública del 11.5 % del PIB.
Dicen que “si debes mil euros al banco tienes un problema, pero si le debes mil millones, el problema lo tiene el banco”. Pues eso es lo que está pasando en estos momentos. La deuda española es de tal calibre que en caso de impago todo el sistema financiero europeo puede entrar en default. Ante esta perspectiva, Sarkozy y Angela Merkel exigen a Zapatero el sacrificio del sistema de protección social español y el ajuste del gasto del Estado. Zapatero clava las rodillas a tierra y ofrece en sacrificio, para calmar la avaricia del Dios dinero al que todos sirven, a empleados públicos y pensionistas. A partir de ahora algo ha cambiado para siempre. El Mercado ya no sirve al Hombre, el Hombre sirve al Mercado. ¿Quién será el próximo?
La crisis se inicia en el otoño de 2007 cuando los bancos norteamericanos se dan cuenta que sufren un impago importante en el mercado inmobiliario, las famosas subprime. Esto provoca que algunos bancos entren en quiebra por falta de liquidez y se produce bancarrota o default. El resto del sistema financiero mundial se contagia, el sistema financiero mundial se desmorona.
En España se pincha la burbuja inmobiliaria. Bancos y cajas tienen que cortar el crédito para obtener liquidez ya que tienen que devolver enormes cantidades de dinero en préstamos al exterior, se corta el crédito a las empresas y particulares y se provoca una asfixia general del sistema financiero español que se traduce en un millón de parados en un año y el goteo imparable del cierre de pequeñas y medianas empresas, se crea un bucle de paro, cierre de empresas, más paro, más cierre de empresas. Este bucle todavía no se ha cerrado; sus consecuencias, 4.600.000 parados en el plazo de dos años y medio. Lo peor aún tiene que venir según los expertos.
El Gobierno de España, para restar los efectos de falta de liquidez, en vez de recortar gastos y ajustar presupuestos se lanza a una carrera loca de gasto público y en dos años y medio se pasa de tener superávit a una deuda pública del 11.5 % del PIB.
Dicen que “si debes mil euros al banco tienes un problema, pero si le debes mil millones, el problema lo tiene el banco”. Pues eso es lo que está pasando en estos momentos. La deuda española es de tal calibre que en caso de impago todo el sistema financiero europeo puede entrar en default. Ante esta perspectiva, Sarkozy y Angela Merkel exigen a Zapatero el sacrificio del sistema de protección social español y el ajuste del gasto del Estado. Zapatero clava las rodillas a tierra y ofrece en sacrificio, para calmar la avaricia del Dios dinero al que todos sirven, a empleados públicos y pensionistas. A partir de ahora algo ha cambiado para siempre. El Mercado ya no sirve al Hombre, el Hombre sirve al Mercado. ¿Quién será el próximo?
Rafa Chocán
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