Se nos fue el 2010 y se nos presenta un 2011 con no menos incertidumbre, pues nos hablan de paro, de recortes sociales, de subidas de precios por encima del IPC y una más concreta, la subida exagerada de la luz. En este 2011 también nos encontraremos por el camino con unas elecciones, esta vez municipales.
Las pasadas autonómicas dejaron un mal sabor de boca a todos aquellos que nos consideramos de izquierdas. La izquierda plural fue excluida del Govern de Catalunya, y según creo yo, no por que no hicieran una gestión de lo más progresista y avanzado de Europa. El poder económico y mediático en manos de la derecha catalana fueron determinantes para poner en jaque repetidamente al “Govern d’Entesa”, resaltar los errores cometidos y esconder los aciertos. Pero no sólo se pueden achacar los resultados a estos factores, pues la crisis, el español-populismo y el factor migratorio por un lado y por otro los problemas y actuaciones políticas en el seno de los partidos del Govern, han sido otros de los factores que han influido de manera decisiva en el recuento final.
En Viladecans, los resultados no han ido en sentido contrario. Viladecans, una población en la que la diferencia izquierda-derecha en lo que respecta a apoyo electoral, era sin duda claramente favorable a las fuerzas de izquierda desde los comienzos del periodo democrático, en esta ocasión la suma de las opciones populistas o de derechas ha sido superior a la de las fuerzas de izquierda. Un mal sabor de boca también aquí en Viladecans. Pero ese mal sabor de boca se ha visto acrecentado con la incorporación de la derecha fascista al mapa electoral de Viladecans con un resultado nada despreciable. En poco, nos veremos de nuevo en la tesitura de decidir y tendremos que hacerlo esta vez en clave municipal, entre unas fuerzas políticas que muy lejos de querer la mejora de la mayoría apuestan por la mejora de unos pocos o pretenden dividir la sociedad en función de la lengua que hablan o del origen que tienen y otras fuerzas que pueden gobernar para favorecer un Viladecans de la mayoría, en un sentido progresista y de salida de la crisis, donde se favorezca a las clases populares.
Y es que aunque algunos se empeñen en negarlo, todavía hay diferencias entre la izquierda y la derecha, y sobre todo entre políticas de derecha encaminadas a favorecer a banqueros y grandes empresarios, frente a políticas de izquierdas que sitúan como eje fundamental las políticas sociales en beneficio de la mayoría de los ciudadanos.
Como siempre los trabajadores, en las elecciones, nos jugamos mucho y ni por un momento me puedo imaginar que por la abstención de trabajadoras y trabajadores, se posibilite que haya en Viladecans un gobierno de derechas en el que además pueda ser figura decisoria un componente de la extrema derecha.
Miguel de la Rubia
2 comentaris:
Porque yo voté en blanco. leyendo su artículo parece como si la izquierda apoyara al trabajador mas que la derecha, cuando en ambos casos, salga quien salga votado,pierde siempre el pueblo.
La política es solo una fábrica que nos vende ideas de distintos colores, todos productos del mismo empeño, apretar al pequeño y enriquecerse siempre los mismos.
No se si es que no hay rico honrado o no es honrado ser rico, pero a mi lo que me apetece es un poco de equidad social, con menos diferencias, acotando el libertinaje, que no las libertades y que acabe mejorando la mayoría, en lugar de la minoría.
Mas escuela y despensa, que es lo que se necesita para que la incultura no haga jugar al pueblo al ping pong bipartidista.
Si encuentra alguien así, no olvide comentarlo, para que pueda dejar de votar en blanco.
La resposta és molt fàcil tal com diu Noland: mentre que el capitalisme ha inclòs el seu sistema d'idees als nostres caps, la falsa esquerra s'ha convertit en una mera gestionària del capitalisme des d'una vessant més o menys social. El problema és que cap força de les avui representades a l'Ajuntament planteja el canvi de sistema econòmic per un de socialista, i si ho fa, a la pràctica ho oblida. La falta de consciència de militant ha convertit a tots en polítics professionals.
PSC i ERC son declaradament liberals, per tant son de dretes, en tant que pretenen conservar el sistema capitalista, i els que suposadament el volen canviar, ICV-EUiA, s'ha vist clarament que tampoc pretenen canviar-lo per un sistema socialista.
Al final, tots fent la puta i la ramoneta per a fotre al treballador i recolzar la burgesia.
I que no hem vinguin amb el llenguatge del segle XIX, perquè precisament cal recuperar l'esperit que va aixecar la revolució del 1917.
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