dijous, 4 de novembre del 2010

Sobre la mesa redonda "Anar a votar, per què?"


Creo que fui uno de los pocos, si no el único, ciudadano totalmente desvinculado de la política o de cualquier partido, que asistió a la reunión que Punt de Trobada organizó el pasado 5 de octubre. Creo que esto da mucho que pensar.
Intervine, un tanto desacertadamente, por desconocimiento del "medio". Una de las cosas que dije es que si los tertulianos no eran capaces de entenderse, como podían esperar que el ciudadano tenga una decisión basada en un criterio válido.
Mi intervención fue tan poco clara que uno de los tertulianos tuvo la amabilidad de hacer la corrección de que la pluralidad es necesaria. En realidad, lo que quería expresar, es que en un estado democrático existe la pluralidad, pero lo que se exige de quienes nos representan es que alcancen acuerdos, que sean capaces de acercar posiciones por un bien común. Pero los partidos políticos no son colaborativos. Pretenden arreglar las cosas cuando gobiernen ellos.
Los españoles pensamos que los políticos deberían pensar prioritariamente por su país, no en su partido. Partido es ruptura, división y esto puede interpretarse de muchas maneras. Tener diferentes puntos de vista no son rupturas sino nuevas ramas que nacen de un mismo árbol que lleva la savia a todos, las diferencias deben dialogarse y demostrarse y buscar la mejor solución o la menos mala como mínimo, pero Soluciones.
Nadie habló de por qué es necesario ir a votar, que es a lo que fui a escuchar, lo que oí es una propaganda de cada uno de los partidos, que no decía nada, como siempre. Por supuesto se habló de lo que ha costado que el pueblo tenga derecho a votar, dato irrevocable, a elegir, pero nadie quiso entender el desinterés de los no votantes o los abstencionistas.
El pueblo sólo puede votar una serie de partidos, en los que no confía, solo esperan que mejoren las cosas, votan por intuición, por enfado, por creer que se va a cumplir con lo que se promete.
Si los partidos políticos quieren hacer saber qué van a hacer por el pueblo, que se dejen de fiestas y que informen, pero con compromiso de contrato.
Todos los partidos hablan de transparencia. Me pregunto a qué se refieren cuando hablan de ella. ¿A la facilidad de obtener detalles del uso del erario público? Gente buena y mala la hay en todos los partidos, pero ¿quien vigila al vigía?
Es muy difícil de demostrar que la estructura política actual no puede mantenerse, que no se deben buscar parches, sino cambiar estructuras.
A los que les gustaría creer en la posibilidad de una utopía, les dejo la dirección de mi blog: http://noland-politicamenteincorrecto.blogspot.com/


David Rebollo