El Departament d’Educació de la Generalitat de Catalunya ha decidido que en nuestra escuela ya no hay cabida para los niños, que es hora de cerrar la entrada de P3, los más pequeños. Hablan sobre demografía y recortes presupuestarios, pero las familias nos negamos a aceptar que nos impongan este cierre encubierto. Nos dicen que NO se cierra, que en un futuro es posible que sea un instituto, menudo futuro que tampoco aseguran, pero si no pueden entrar más niños en P3, que lo llamen como quieran, ESO ES CERRAR.
Las familias que ya tienen hijos en la escuela y hermanos por escolarizar, sufren porque no saben dónde acabarán sus hijos, es posible que en colegios diferentes, ya que no les dan solución, ni siquiera les aseguran la plaza de los más pequeños en el colegio que está puerta con puerta del nuestro. Les han dicho que hagan la pre-inscripción y que en septiembre ya veremos.
Las familias que tienen los hijos escolarizados, sufren porque saben que en cuanto no dejen entrar más niños, algunos padres comprensiblemente empezarán a buscar otros colegios, porque no ven futuro aquí, la despoblación que eso supone, facilitará el desmantelamiento del colegio, hecho con el que ya cuenta Ensenyament.
Nos cierran y nos dejan a nuestra suerte. Es cierto que no tenemos una escuela de ladrillos, pero eso no quiere decir que no tengamos una escuela, lo importante es lo de dentro, nuestra entidad como colectivo, los niños, el colectivo docente y las familias, somos una escola verda, somos un grupo formado, somos personas y somos el alma de la escuela, no somos números demográficos que desmantelar.
Estamos en barracones desde hace más de seis años, nos trasladaron y nos pidieron calma, y nosotros esperamos pacientemente, nos prometieron una escuela que nunca llegó, pero eso no nos inquieta, porque nosotros somos la escuela, claro que queremos un edificio, pero eso es secundario, ahora solo necesitamos un módulo para continuar con nuestra escuela.
Lo más triste es que el Ayuntamiento, aunque no le compete, se ofrece a pagar a fondo perdido 300.000 € para instalar nuevos módulos, y asegurar la continuidad de la escuela, pero la Generalitat le ha dicho que NO.
Pues nosotros decimos que sí, sí se puede.
Nos negamos a que nos desmantelen, nos negamos a que nos impongan un cierre sin poder hacer nada al respecto porque nos lo presentan como un hecho irrefutable, pues no señores, recogeremos firmas, hablaremos con los medios, moveremos Roma y Santiago si hace falta, pero no nos van a impedir tener nuestra escuela.
Se ha creado una página en Facebook, donde exponemos públicamente nuestra reivindicación: “Salvem l’Escola Mediterrània de Viladecans”
www.salvemescolamediterrania.org donde quien pueda solidarizarse o aportar ideas, será bienvenido.
Hemos recibido muchas muestras de apoyo empezando por el Exmo. Sr. Alcalde, D. Carles Ruiz Novella y pasando por asociaciones de padres de otros colegios y asociaciones de vecinos de Viladecans, hoy nos pasa a nosotros, mañana puede que a tus hijos. Gracias a todos.
L’Escola Mediterrània de Viladecans dice: ¡Sí se puede!
Padres y madres de la Escola Mediterrània
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