dissabte, 13 de setembre del 2008

Roca, de empresa familiar a multinacional

Roca, desde hace años ya no es aquella empresa familiar que Gavà vio nacer, en 1917, en terrenos cercanos a la estación de ferrocarril.
Aquella Roca de marcado carácter paternalista y democristiano, permitiría determinados beneficios para sus trabajadores. Aquellos primeros Roca, que sin dudar explotaban a los trabajadores de su empresa, también se puede decir que hicieron un hospital, zonas de ocio y deporte y hasta viviendas para sus trabajadores y que subvencionaron la construcción de escuelas en Gavà y en nuestro municipio.
La actual multinacional Roca Corporación Empresarial, hoy, navega por los mares del neoliberalismo y no sólo ha ido abandonando por el camino a diferentes áreas de producción de su empresa, como la de aire acondicionado y calefacción (la sección que le dio origen), sino también a trabajadores que han dedicado muchos años de su vida a la empresa.
Hoy en día, dedicado en exclusividad al cuarto de baño, es una empresa multinacional que se ha expandido, desde 1999, de forma clara por todo el mundo. Esta implantación de sus fábricas fuera de nuestras fronteras está teniendo en la factoría de Gavà una grave consecuencia: la deslocalización de parte de la producción y la reducción progresiva de la plantilla de trabajadores. Ahora a esos trabajadores que han participado con su esfuerzo y trabajo a hacer grande a esta empresa se les ve como un estorbo, en el afán de la obtención del máximo beneficio empresarial, ya que los costes laborales en otros países del tercer mundo son inferiores a los nuestros.
En esa carrera desenfrenada, en los pasados días de julio saltaba en la prensa una noticia que no hacía otra cosa que confirmar lo anunciado. Se planteaba un Expediente de Regulación de Empleo de 398 puestos de trabajo que afectaría a las factorías de Gavà, Alcalá de Henares y Alcalá de Guadaira, así como a personal de oficinas de Barcelona. Un Expediente de Regulación de Empleo justificado con la excusa de una caída de ventas por la crisis en el sector de la construcción, aún habiendo obtenido en 2007 un beneficio neto de 103,45 millones de euros.
Una vez más, se demuestra que la mayoría de empresas sólo se acuerdan de hacer participar a los trabajadores de las épocas de “vacas flacas”.
Miguel de la Rubia