diumenge, 2 de juny del 2013

¿Cómo te cuento mis días?

Us oferim aquest poema que ens ha fet arribar Loli Martínez, membre de l'AVAF, Associació de Viladecans d’Afectats de Fibromiàlgia, que va llegir el passat 12 de maig a la Mostra d’Entitats amb motiu del Dia Internacional de la Fibromiàlgia.



Cómo te cuento la fibromialgia mía
que a veces me duele tanto
que no puedo resistirla.
Se me va de un brazo a un pie
de la espalda a la mejilla,
que me duele todo el cuerpo
y las cosas se te olvidan,
y no te acuerdas del nombre 
de tus mejores amigos.
Son lapsos que pronto pasan
pero también te fastidian.
Cómo te cuento lo que cuesta
levantarse cada día
si te despiertas cansada
y se te doblan las rodillas
y sientes como una losa
que te oprime las costillas.
Qué esfuerzo tienes que hacer
para empezar la rutina.
Las camas, la ropa y si puedo
la cocina, la compra ya ni pensarlo.
y un paseo media horita.
Cómo te cuento mis noches 
sin dormir porque me duele estar viva
y me levanto y paseo
pasillo, comedor y cocina.
Me corro toda la casa
para ver si en una esquina
se esconde este dolor mío
y puedo dormir tranquila.
qué largas se hacen las noches,
lo que tarda el nuevo día.
Como te cuento, Doctor,
que yo no soy depresiva,
que soy una mujer fuerte
que lucha por la vida.
Lo que pasa es que un dolor
siempre fijo, día tras día,
te hace cambiar el carácter
te quita toda alegría.
Necesito comprensión,
que me escuchen
y no tanta medicina.
Con un poco de atención 
quizás me comprendería.
Cómo te cuento… que porque
alguna vez me ría
no es que me haya mejorado
sino que sigue la vida,
y me río por mis hijos,
mis amigos, mi familia,
e intento disimular
esta pena aquí escondida.
Cómo te cuento yo a ti,
compañero de mi vida
que hasta me duela la piel
si me haces una caricia
y al tiempo las necesito 
para volver a estar viva.
Que necesito apoyo
y tus besos cada día
y saber que estás aquí,
porque eso me tranquiliza.
En fin cómo os cuento yo a todos
lo difícil que es mi vida
con tantísimo dolor,
con desánimo y fatiga,
sin nadie que me comprenda,
a veces ni la familia.
Loli Martínez Ojeda