dilluns, 20 de juny del 2011

No hay dos sin tres, pluralismo: pros y contras del burka y el tanga

Muy interesantes lecturas las de Marta Pombo y Mercè Solé, ambas en Punt de Trobada de anteriores ediciones.
A pesar de las apariencias, ambos artículos son parte de un mismo problema y no una diferencia de criterio, encontrándolos ciertos y complementarios.
Para tener la autoridad y me refiero a la autoridad que da el conocimiento y no la autorización de uso del poder y la fuerza, para proceder al dictamen de una prohibición, primero debería estar seguro de que es una medida igualitaria.
Doy con esto la razón a Mercè Solé a que no podemos pedir a los demás que hagan lo que no prohibimos en nosotros mismos, cambiando el burka por el tanga y las demás referencias que relegan a “mujer florero” con las promesas de una facilidad en ciertos accesos sociales, muy discutibles.
Si bien el apasionado escrito de Marta Pombo no cayó en la similitud de esta otra “costumbre cultural” tan similar e indeseable a la vez, posiblemente porque es mas fácil ver la paja en el ojo del vecino que la viga en el propio, Mercè Solé obvia el peligro de la permisividad que no atajando las desviaciones cívicas que se detecten a tiempo para que no se vuelvan costumbres semiaprobadas por la ausencia de criterio contrario. 
Para que la prohibición dé lugar a mártires debe existir una injusticia como la que hemos visto que penalice a una por ser una costumbre extraña y sea permisiva con las nuestras, de ahí la necesidad de ser imparciales.
La identificación de unos límites coherentes de algo tan entramado como lo meramente costumbrista a lo realmente cultural y positivo es una prioridad. Identificar que es realmente vejatorio y denigrante y perjudicial y tomar las medidas oportunas.
Mucho se habla sobre políticas de acercamiento cultural y cohesión. de la búsqueda de medios de diálogo donde se acerquen posturas y a la comprensión y ayuda al inmigrante. Al parecer creen equivocadamente en una falta de educación o políticamente incorrecto hacer ver que también tiene que existir una reciprocidad por parte del recién integrado, empezando por compartir aquello de allá donde fueres haz lo que vieres, eso si, evitando los males que ya arrastramos aquí.
David Rebollo