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Querido Reverendo Padre Don Celestino Bravo.
Santaella es un municipio de gentes orgullosas. Orgullosas de su pasado, de sus raíces, su cultura y de una fe, depositada por siempre en la Virgen del Valle, Patrona y Dueña de nuestros corazones. Desde hace mucho tiempo y con la mirada atrás, un gran número de familias se vieron empujadas a buscar un futuro mejor en otras tierras. Teniendo la suerte de recalar en tierras catalanas; muchas de esas familias lo hicieron en la acogedora Viladecans.
Permítame, Reverendo Padre Don Celestino, como representante del pueblo de Santaella, trasladarle el cariño y el mejor homenaje de nuestro pueblo por mantener viva la llama de la fe en la Virgen del Valle. Por mimar a tantos ausentes del pueblo que les vio nacer y que han hecho, gracias a personas entregadas como usted, de la maravillosa Viladecans una “patria chica”, un lugar donde vivir y poder soñar con su Santaella natal. Sin duda el mejor regalo de su jubilación es la lealtad y la amistad sin fisuras de unos parroquianos que han visto en el padre Celestino Bravo ese consuelo espiritual tan necesario en estos días tan complicados que vivimos y un acicate para seguir luchando como personas de bien en auxilio de los más necesitados.
Son muchas y magníficas las ocasiones que el pasado ha permitido unir nuestros caminos y siempre allí en nuestro encuentro ha estado usted, ofreciendo lo mejor de su vida. Sin duda, Viladecans y Santaella seguirán escribiendo juntas en el libro de oro de la historia gracias a personas tan necesarias como usted lo ha sido. Reciba un abrazo de todo un pueblo, el de Santaella, que hoy se une de nuevo a Viladecans pero esta vez para dar público reconocimiento de su persona.
Lo que hago constar con el máximo cariño y reconocimiento.
En Santaella a 25 de octubre de 2020
José Álvarez Rivas
Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Santaella
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