21-D Com ja hem fet altres vegades, també ara, amb motiu de les eleccions al Parlament de Catalunya del proper dia 21, hem demanat a totes les formacions polítiques amb representació parlamentària que ens fessin arribar un escrit amb els seus plantejaments i propostes. N’hem rebut quatre i aquí us els oferim.
Los últimos años han sido los peores para Catalunya desde la vuelta de la democracia: nadie había hecho tanto daño en tan poco tiempo. El procés ha supuesto una profunda fractura social y ha provocado una grave crisis económica. Los catalanes no podemos seguir perdiendo oportunidades y por eso es tan importante acabar con el monotema que ha monopolizado la política catalana.
Necesitamos un proyecto que una a los catalanes, no que nos separe; que atraiga talento y empleo, no que provoque la fuga de empresas; que apueste por el europeísmo y no que quiera sacarnos de la UE.
La tarea más importante que tiene el próximo gobierno de la Generalitat es restablecer la convivencia entre los catalanes y con el resto de los españoles y para eso es fundamental un proyecto de centro, moderado, capaz de tender la mano a las distintas sensibilidades. Hablar de separación divide y por eso tenemos que volver a poner sobre la mesa los temas en los que nos podemos poner de acuerdo como son la mejora de la sanidad, de la educación y de los servicios sociales. Sin duda, somos más los catalanes que queremos para Catalunya el progreso, la reconciliación y la estabilidad por la que lucharon nuestros padres y abuelos.
Durante demasiado tiempo, la obsesión nacionalista ha supuesto dejar de hablar de los temas realmente importantes para hablar solo de separarnos del resto de España y de Europa. Esto ha supuesto el alarmante empeoramiento de la economía catalana. Por eso es necesario poner en marcha un plan de choque para que vuelvan las empresas que se han ido y para atraer nuevas inversiones.
Por otra parte, se han dedicado una gran cantidad de energía y de recursos públicos, que salen de los bolsillos de todos los catalanes, para financiar extensas redes clientelares de propaganda nacionalista y casos de corrupción. No podemos permitir que el dinero de nuestros impuestos vaya a fomentar la separación en lugar de mejorar la sanidad, la educación y los servicios sociales. Por eso, proponemos hacer una auditoría y acabar con todos los gastos superfluos y cerrar todos los chiringuitos separatistas. Tenemos que acabar de una vez por todas con la cultura del 3%.
Para que nuestros jóvenes puedan enfrentarse a los retos del futuro en igualdad de condiciones que el resto de europeos es fundamental mejorar la enseñanza del inglés en el sistema educativo. Por eso proponemos que en todas las escuelas catalanas haya tres lenguas vehiculares –catalán, español e inglés– tal y como sucede en las escuelas privadas a las que solo pueden acceder los hijos de las personas de alto poder adquisitivo. Queremos unas aulas libres de partidismos en las que se enseñe a pensar y no qué pensar.
En definitiva, son muchos los temas pendientes que Catalunya tiene que resolver como son conseguir una mejor financiación; unas infraestructuras de transportes más competitivas; una revolución en el sistema de orientación, formación y reintegración de los desempleados o unos servicios sociales que no dejen a nadie en la cuneta. Por eso, es mucho lo que nos jugamos el 21-D y es fundamental que acudamos de forma masiva a las urnas para acabar de una vez por todas con el procés y empezar una etapa de reconciliación que encare con ilusión todas las mejoras que Catalunya necesita. Ahora sí que votaremos y lograremos acabar con la crisis en la que nos ha sumido el nacionalismo. Porque somos más los que queremos seguir siendo catalanes, españoles y europeos y no vamos a permitir que nadie nos rompa el corazón.
Carolina Torres
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