Ha muerto un gran hombre... más que todos los cielos juntos... un gran párroco y mejor persona.
Cuando despidieron a mi padre de Roca iban a echarnos del piso. Vivíamos en el Poblado Roca. Celestino hizo un llamamiento a todo el barrio para manifestarse delante de la casa el día que nos iban a echar. Y por si nos echaban el nos ofreció la iglesia para irnos allí a vivir.
Cuando mi profesor de instituto Héctor Salas vino exiliado de Chile por el golpe de Pinochet Celestino nos cedió la Iglesia para presentar la Cantata de Santa María de Iquique con proyección de fotografías del golpe militar. Apareció la guardia civil y Celestino les dijo que no podían entrar en la Iglesia y los convenció para que se fueran.
Una relación personal muy grande me une a este gran hombre. Gran persona, buen sacerdote y gran ejemplo de honestidad. Podría contar más cosas pero no quiero cansaros. Que descanse en paz, lo merece.
Viladecans llora su ausencia... DEP.
Infinitas historias cómo ésta se pueden contar de este “pedazo de ser humano” .
Te relacionaste con los suburbios, con los más desfavorecidos... difícil en el año 1964… cuando Viladecans crecía de gente llegada de toda España... inmigrantes!! Que tu ayudarte en ese barrio donde tú tantos años fuiste su párroco... El Poblado Roca a sobrevivir y ahora están tan… agradecidos.
Dios fue tu estandarte pero tus manos… amigo la acción... no había mañana sino presente!!! para todos aquellos que te necesitaban...
Hoy, tu iglesia estaba llena a reventar... y gente que no pudo ni entrar en la iglesia del Tobogán… aplausos en tu entrada, sermones de otros... y otro sonoro aplauso a tu salida… Adiós Padre Celestino. hombre bondadoso y ejemplo de todos.
Montserrat Herena
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