Celestino Bravo, Encarna García i Maruja Lozao, el dia del comiat del mossèn com a rector. |
Celestino Bravo Nieto nació en Somolinos, un pequeño pueblo de la Sierra Norte de Guadalajara con una bella laguna del mismo nombre alimentada por el río Bornova.
Teresa de Jesús decía que Dios escribe recto con renglones torcidos. Dios, o simplemente la vida torció el renglón enfermando un ojo de un joven seminarista de 16 años y le hizo trasladarse en 1944 del seminario de Sigüenza al seminario de Barcelona. Diez años más tarde, en 1954, dos después del Congreso Eucarístico, fue ordenado sacerdote y fue vicario en Sant Celoni y San Salvador de Horta de Barcelona. Pero el ojo empeoró, tuvo que ser operado y fue enviado al Hospital de San Lorenzo a recuperarse. En 1958 el renglón torcido escribió recto. Nos lo trajo aquí, a Viladecans.
Comenzó siendo capellán del hospital. El padre Celestino para nosotros pasó a ser el cura del hospital. Ese hospital sigue de alguna manera unido a su nombre, porque él siempre ha practicado la ley de la hospitalidad para los humildes, para los desposeídos. La aparición del cura del hospital con su hablar firme, pero humilde y tranquilo en tiempos de ordeno y mando fue como tener una ráfaga de Vaticano II con años de adelanto.
El año 1962 fue nombrado rector de la parroquia de Santa María de Sales, un rector sin techo para un poblado, puesto que la iglesia tardaría cinco años en estar acabada. No necesitaba el edificio para crear Fraterna Ayuda Cristiana. Fraternidad, Ayuda, son sinónimo de Solidaridad y Fe Cristiana para recoger donativos y fondos para ayudar a personas enfermas.
En el año 1967 se inauguró la Iglesia de Santa María de Sales, pero la gente la conoce popularmente como la iglesia del Poblado, aunque no esté en el Poblado. La iglesia de Santa María de Sales con su arquitectura sorprendente que figura en revistas de arquitectura ha formado parte de la memoria popular de este barrio, de la pacífica lucha obrera de mucha gente de su parroquia por una vida más justa. De la iglesia como lugar de acogida.
En 1971 el padre Celestino aceptó gestionar bajo el paraguas de Cáritas la caja de resistencia de los trabajadores de la Roca en huelga y convirtió la iglesia del tobogán en un banco de alimentos para los huelguistas y las familias que no tenían ni un trozo de pan que llevarse a la boca.
Las tres ideas Fraternidad, Ayuda y Cristiana no fueron solo palabras: fueron la esencia de la practica de la parroquia de la que formaba parte un barrio que llevaba el apellido de sus trabajadores. En nombre de estos trabajadores, el dirigente obrero y tesorero ilegal, del tesoro ilegal, de aquella solidaridad ilegal, de la huelga ilegal de Roca, Jaume Cullerés, dijo esto del padre Celestino cuando cumplió las bodas de oro con sus feligreses: “Se hacen presentes los viejos recuerdos de su gran labor en esta población, tanto con su apoyo durante las huelgas de Roca, como en su labor en el hospital, y en los barrios de poniente y en toda la ciudad. No puedo evitar dar mi opinión de mossén Celestino, escribía Cullerés, como persona, cura y cristiano que es, él valora el hacer cotidiano de las personas” y las aprecia en su entorno aunque no sean de ir a misa.
Celestino llegó a Viladecans con treinta años y se nos jubila con noventa y dos. Con cincuenta y ocho años de párroco forma parte de la historia viva de Viladecans.
La verdad, habrá personas con más lustre, pompa y circunstancia, pero pocos como él encarnarán los valores de la gente de esta ciudad. Humildad, trabajo, trabajo, trabajo, fraternidad y cariño. Es de aquellas personas de las que puedes decir qué suerte hemos tenido de haberlo tenido al lado de nuestra gente, tanto creyentes como descreídos. Hizo de la iglesia la casa de todos. El papa Francisco dice que los pastores deben de oler a oveja. Nuestro cura, Celestino Bravo, en los sesenta y dos años que ha pastoreado el rebaño en nuestro Viladecans siempre ha olido a oveja.
Como representante de esta ciudad de Viladecans solo tengo una palabra, gracias, gracias, gracias.
Mucha suerte, padre. Allí donde estés, seguro que estarás con nosotros.
Encarni García
Paraules llegides en representació de l’Ajuntament de Viladecans en la jubilació de Celestino Bravo com a rector l’1 de noviembre de 2020.
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